Aborto cero

 

La mujer tiene derecho a decidir ser madre o no serlo. Esta decisión es personal, objetivamente digna y responsable, sin que la sociedad, ni el Estado consideren el aborto un derecho subjetivo de la mujer. Este derecho a decidir sobre su maternidad debe entenderse como la libre decisión de evitar el embarazo por medios naturales, o mediante el uso de métodos anticonceptivos, pero no como el derecho a interrumpir libremente el desarrollo de una vida humana.

 

La madre tiene derechos que también deben ser protegidos, aunque no a expensas de los derechos de un tercero, como es el caso del no nacido.

 

La vida humana debe ser protegida en todas sus etapas de formación y desarrollo y, muy especialmente, en sus etapas de mayor vulnerabilidad e indefensión. 

 

El aborto no es una solución al problema de los embarazos no deseados y que deben buscarse otras propuestas alternativas para abordar esta realidad social que, como a todos, nos preocupa.

Desde esta asociación pedimos se derogue la Ley del aborto en todos los supuestos cuanto antes, así como la suspensión de todos los conciertos económicos con las clínicas en las que se practiquen interrupciones voluntarias del embarazo, bajo cualquier supuesto.

Evidentemente, nadie tiene derecho a disponer de la vida de otra persona, ya que la libertad de cada uno tiene como límite las de los demás y la pena de muerte está felizmente abolida en nuestra nación.

Tenemos que tener mucho cuidado con las leyes que hacemos, porque podemos abrir las puertas a prácticas de eliminación de seres humanos que sean considerados de poca valía o que no merecen vivir o nacer, como ya realizaron en épocas pasadas regímenes totalitarios como el espartano o el nazi.

Desde esta asociación le pedimos al gobierno:

1.      La inclusión en los programas de enseñanzas del tema de la cultura de la vida.

2.      La creación de centros de acogidas para madres y niños, casas-cunas, específicamente diseñados para dar oportunidades a la vida. Su objetivo será apoyar y ayudar a aquellas madres  que decidan dar vida en vez de arrancarlas, facilitando asistencia médica, residencia y trabajo.

3.      La suspensión de la distribución de la llamada “Píldora del día después” o píldora abortivas.

 

4.      Se garantice y se reconozca el derecho a la objeción de conciencia para el personal médico y farmacéuticos.